“Hice esta fotografía el pasado mes de noviembre a las cinco de la tarde, durante la prueba de los nuevos generadores de batería Profoto AcuteB2 600 AirS.” Fotógrafo profesional especializado en acción y deportes,César Lloreda nos muestra qué puede conseguirse con un buen juego de iluminación, un equipo fotográfico de corte profesional y buen oficio. Un ejercicio al alcance de pocos (nos abstendremos de preguntar el precio del conjunto) que nos revela los secretos que hay detrás de esas impactantes portadas que cubren las paredes de los quioscos.
A pesar de que en este didáctico vídeo de la sesión César da buena cuenta de los detalles técnicos de la toma (básicamente, de la iluminación), le hemos pedido que nos dé un par de pinceladas sobre la misma: “Las luces están colocadas de manera que el ciclista queda iluminado por delante y por detrás. La luz posterior es la principal y está a tres cuartos de potencia, y la luz frontal está a media potencia. Casi parece que estén igual, pero en la parte delantera del ciclista se aprecia menos brillo. Al estar hecha con el 10 mm f2.8 de Sigma, la cantidad de luz que recoge es bastante grande.” Este croquis que nos ha remitido el propio Lloreda nos sitúa sobre el terreno:
Y por si a alguien le quedaba alguna duda, César asegura que la fotografía está sin retocar. “Eso es lo mejor de las luces de Profoto: la calidad y temperatura de luz que poseen; sólo te tienes que preocupar de colocarlas.” Aunque parece un anuncio, a juzgar por los resultados logrados nos lo creemos.
La foto está realizada con una Canon EOS-1D Mark III y el citado ojo de pez de Sigma, utilizando una velocidad de 1/320 de segundo, un diafragma de f5.6 y una sensibilidad de 100 ISO.